Perú se ha convertido en un imán para los turistas: según los expertos, la cocina peruana es el máximo atractivo. Sin embargo, no es sólo una tendencia. En el último ranking de la revista ‘Restaurant’, hay dos restaurantes de Lima en el top 10 mundial. El restaurante Central, en Perú, fue reconocido con la quinta posición, y Maido con la octava. Además, Astrid & Gaston está considerado según este ranking el número 33 de los mejores restaurantes del mundo.
En los últimos años ha aumentado el número de viajeros que van a Lima para descubrir la gastronomía de la ciudad. Según datos del Gobierno peruano, en los últimos años se ha duplicado el importe del presupuesto de los turistas destinado a la gastronomía local, pasando del 5% al 10%, lo que supone un ingreso de 350 millones de dólares al año.
Los visitantes no sólo visitan los restaurantes, sino también los mercados. Septiembre es un muy buen momento para ir a Lima: Mistura es la mayor feria gastronómica de la región, que se celebra en septiembre desde 2008.
La cocina de lima incluye un amplio número de ingredientes, especialmente pescado y también el famoso ceviche. Se basa en pescado crudo marinado, con todo el sabor del mar. El ceviche puede servirse en muchas variantes, con guarnición de cítricos, cebolla, chiles, sal y pimienta. Otros complementos típicos son el maíz o las patatas.
El maíz, por ejemplo, no es un invento de este país, pero Perú tiene más de 55 tipos de este grano, disponibles en muchos colores y texturas diferentes. The best desserts are «turrón de doña pepa», «tejas de Ica» and «Picarón». Para los que prefieren la comida sana, Lima ofrece una increíble variedad de frutas y verduras exóticas. El Pisco Sour es uno de sus deliciosos cócteles típicos que puede ser la bebida perfecta para terminar una cena de alto nivel.
Si es un foodie, piense en viajar a Lima, y recuerde que esta ciudad es mucho más que un destino gastronómico. Lima, conocida como la ciudad de los Reyes, cuenta con uno de los centros coloniales más bellos de Sudamérica. Además, las tradiciones europeas y andinas se funden en sus calles, museos, monumentos y gentes.
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