Las tropas españolas que conquistaron Sudamérica en el siglo XV, lideradas por Francisco Pizarro, destruyeron los principales monumentos y objetos de los incas. Lo hicieron por motivos monetarios o religiosos, pero afortunadamente sobrevivieron bastantes ejemplos. Este legado es un testimonio del magnífico arte que tenían y también un tesoro para que los historiadores sepan más sobre esa misteriosa civilización.
El legado más importante de los incas es la arquitectura, ya que eran grandes constructores. Su extraordinaria capacidad para construir monumentos sin ningún tipo de material concreto es visible en Machu Picchu, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aunque se encuentra a sólo 80 kilómetros de Cusco, los conquistadores no la encontraron y sobrevivió todos estos años.
Mientras que la piedra era más común en los Andes, los visitantes pueden ver ruinas hechas con paredes de adobe en la costa. La forma típica es trapezoidal y sus estructuras solían ser rectangulares.
Uno de los detalles más interesantes de la arquitectura inca es su relación con la agricultura. Crearon terrazas para tener más tierra para cultivar, ya que sus tierras solían tener montañas.
También crearon su propio sistema de carreteras; construyeron puentes de cuerda, caminos y casas de descanso. Desgraciadamente, la mayoría de ellas ya han desaparecido, pero hay, por ejemplo, una ruta a Machu Picchu que hoy todavía existe.
Hay algunos restos textiles de los incas que han sobrevivido, y también hay algunos detalles sobre otros tipos de ropa que hacían, que fueron dibujados y explicados por los conquistadores españoles en sus crónicas. Los textiles eran considerados su mejor tesoro, incluso más que los metales preciosos. Los utilizaban como regalos para los visitantes, y estos paños significaban riqueza y estatus.
La cerámica en el Imperio Inca tuvo una producción muy importante, ya que desarrollaron técnicas sofisticadas para producciones masivas. La cerámica típica inca tenía formas geométricas y tonos como el marrón y el naranja.
La cerámica inca utilizaba arcilla natural, pero añadían otros materiales como mica, arena, roca pulverizada u otros, para evitar que las piezas se resquebrajaran durante el proceso de cocción.
Los incas hicieron muchas esculturas de plata, oro y otros metales preciosos. Podemos encontrar joyas, cuchillos ceremoniales, discos y objetos cotidianos.
Algunas de estas piezas pueden encontrarse en el Museo Inka de Cusco, el Museo de Culturas Aborígenes de Cuenca o el Museo de Arte de Lima.
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