Una pequeña comunidad de la Amazonia ecuatoriana llamada Archidona alberga a un grupo de parteras indígenas kichwas que luchan por sus prácticas medicinales tradicionales y se mantienen fieles a ellas a pesar de la discriminación, la misoginia y la falta de apoyo financiero AMUPAKIN (Asociación de Parteras Kichwa del Alto Napo) es su asociación Su objetivo es transmitir sus conocimientos ancestrales a las generaciones futuras a través de talleres y una clínica que funciona las 24 horas del día para los pacientes que lo necesiten.
A nivel internacional, la Amazonia ecuatoriana está considerada como la zona de mayor biodiversidad del mundo. Nueve pueblos indígenas conviven con la fauna y la flora de la Amazonia ecuatoriana. Cada uno tiene su propia lengua y prácticas culturales, desde la caza hasta el uso de plantas medicinales. Aunque la Constitución de Ecuador reconoce los derechos de los pueblos indígenas y de la naturaleza, muchos indígenas la consideran simbólica.
AMUPAKIN espera un cambio mayor. Uno en el que el gobierno la reconozca oficialmente y financie su continuo desarrollo como alternativa a la biomedicina. Las mujeres de AMUPAKIN suelen cobrar tarifas mínimas para cubrir sus gastos de mantenimiento, y trabajan con sus propios recursos. Para algunos pacientes estos costes son prohibitivos, y las mujeres temen que sus métodos tradicionales desaparezcan. Las comadronas luchan cada día por preservar sus tradiciones tradicionales, así como la vida de sus pacientes embarazadas y sus hijos.
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