Cerca de 250.000 personas pasan sus vacaciones en las Islas Galápagos cada año, y esta cifra aumenta rápidamente. De hecho, entre 2016 y 2017, el número de visitantes creció un 11%, según las estadísticas del Parque Nacional. Pero, ¿es bueno o malo este creciente interés por las islas?
Es ambas cosas.
La importancia del turismo en Galápagos
El trabajo de conservación que se lleva a cabo en las Islas Galápagos es increíble. La flora y la fauna que viven en el Parque Nacional de Galápagos y en la Reserva Marina de Galápagos gozan de una excelente protección, mientras que los investigadores luchan con ahínco contra la introducción de especies invasoras potencialmente dañinas. Lo mejor de todo es que las autoridades del parque, los científicos y los operadores turísticos de Galápagos pueden trabajar juntos para gestionar eficazmente el número de turistas mediante planes de excursión estratégicamente planificados.
Y nada de esto sería posible sin el turismo. El turismo genera fondos que permiten al Parque Nacional crear entornos saludables para la fauna única que se encuentra en esta parte del mundo. Sin embargo, el problema que sufren las islas es que una gran mayoría de visitantes no entiende por qué las Islas Galápagos son tan especiales.
Las investigaciones sugieren que sólo un número muy reducido de viajeros visita las Galápagos para aprender más sobre la evolución, siendo el deseo de ver animales el principal motivo del viaje. Las especies endémicas de las islas ayudaron a dar forma a la teoría de la selección natural de Darwin, y estas criaturas son clave para entender dónde hemos estado y hacia dónde nos dirigimos. La pérdida de vida silvestre sería perjudicial, y el turismo aumenta este riesgo.
¿Cuánto cuesta viajar a las
Islas Galápagos?
Turismo en Galápagos
Aunque el turismo trae dinero a las islas, también trae gente. En los últimos años, se ha observado un gran impacto humano en las islas, incluso con acceso limitado y sitios de visita restringidos. Los investigadores han observado una disminución de la vida vegetal, un aumento de la cantidad de materiales de desecho y un ensanchamiento de los senderos marcados en los lugares de visita.
La sobrepesca también ha tenido un efecto devastador, siendo citada como una de las principales razones de la lucha por recuperarse del patrón climático de El Niño a principios de la década de 1980.
Está claro que el turismo tiene sus beneficios, pero también introduce una serie de retos para un entorno tan frágil, único y vulnerable. Aquí es donde entran en juego los viajes sostenibles: crear un punto intermedio que permita a las islas seguir beneficiándose del turismo y, al mismo tiempo, tomar medidas para reducir el impacto humano de los viajes.
El auge de los viajes ecológicos
Lamentablemente, National Geographic informa de que casi la mitad de los viajeros de las Galápagos son ahora turistas de tierra, que se alojan en alojamientos de las islas. Y esto es algo especialmente preocupante. Las vacaciones en Galápagos por tierra aumentan masivamente la demanda de alimentos y transporte, y añaden presión a los atractivos naturales de las islas.
El futuro de los viajes sostenibles en las Galápagos depende en gran medida de los cruceros en pequeñas embarcaciones, sobre todo del uso de naves autosuficientes que minimizan la necesidad de agua dulce y la eliminación de residuos mediante sus propios sistemas a bordo. Con una mayor atención a los viajes responsables por mar, hacer que el turismo funcione para las Galápagos no parece tan inalcanzable.
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